¿Sabías que la calidad del agua con la que cocinamos influye en la calidad del plato que preparamos?

Si tenemos claros los beneficios que el agua mineral natural tiene en nuestro organismo frente al agua del grifo, debemos saber qué ocurre lo mismo a la hora de cocinar.

Las aguas minerales son totalmente puras y bacteriológicamente sanas en origen, no necesitan ser tratadas químicamente, ni necesitan ningún tipo de aditivo o conservante  para su consumo. Por ello, a la hora de cocinar podemos observar que  el sabor de los platos será muy diferente de estar cocinados con una u otro agua, principalmente en aquellos alimentos que se hinchan con el agua de cocción, como el arroz, pasta, legumbres, pan… o aquellos en los que el agua es parte de su base, como las sopas, cremas o caldos.

Además, el agua mineral cuenta con minerales como el hierro, calcio y magnesio necesarios para nuestro organismo, al cocinar con ella, los llevamos implícitos en nuestros platos y al ser una fuente de sulfatos contribuye a la buena digestión.

¿Qué más se puede pedir?